- ¿A qué viene esa cara tan larga?
- ¡No tengo cara! ¡No seas idiota!
- Pero siento tu tristeza desde aquí detrás.
- Soy efímera de por sí, ¿vale? Mi existencia se reduce a minutos, tal vez horas, pero nunca paso del día...
- Es lo que tiene.
- ¿Sabes? Te envidio
- ¿¡Qué!? ¿Cómo puedes decir eso?
- No tienes que preocuparte de que te lastimen, o de que te mojen, sea con agua o con saliva y ade-
- No tienes ni idea de lo que estás diciendo. ¡Eres el centro de atención! Mientras tanto yo soy un estorbo sin público... todos me miran mal y me acusan de provocar enfermedades.
- Porque el que te puso sería inexperto.
- ¡¡Inexperto por no decír MANAZAS!!
- Pero resistes mucho más que yo...
- No estés triste... no llores
- ¡Que no puedo llorar, no tengo ojos!
- Sí que los tienes... por ahora.
- Ay, deja de recordármelo.
- Lo que daría por tener ojos.
- Y sin embargo me ves.
- No te veo, te siento.
- No quiero separarme de ti...
- Ya es tarde.
(se abre el grifo)
- ¡NOOOOOOOOOO!
- Adiós, calcomanía.
- Adiós... piercing. cof cof*
- ¿¡QUERÉIS CALLAROS LOS DOS!? ¡Que mi madre me va a pillar y no quiero parecer una yon-
- Cierra la puta boca y méteme en el puñetero cajón de una jodida vez o seré yo el siguiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario