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El mundo está lleno de lugares que nadie conoce... y el hombre, hambriento de curiosidad, intenta descubrirlos. Las palabras que achicharran vuestros ojos desde esta pantalla no hacen otra cosa que perderos, pues hay que perderse para alcanzar los destinos más inalcanzables... de lo contrario, todo el mundo sabría dónde están. Perdéos en el mundo onírico, pues nos veremos al otro lado. Bienvenidos

domingo, 27 de mayo de 2012

Las Alas del Dragón Rojo. (The Red Dragon's Wings)

Alas. Por encima del desierto, desafiando las dunas y el tiempo. Gira para tocar con la punta a gran velocidad el agua de la costa alcanzada. De nuevo los cielos le dan la bienvenida. *Hipervelocidad.

Alas. Es lo único que ven por encima de la bizantina basílica al pasar entre sus 4 torres delgadas... a un lado Asia, al otro Europa, y detrás su destino pasado. *Hipervelocidad.

Alas. Los monos y la gente del teleférico se asustan. Las playas dan sensación de marabunta de hormigas huyendo de su propia reina y el Cristo Redentor siente ganas de volar también... pero no puede. *Hipervelocidad.

Alas atravesando las pirámides del Sol y de la Luna. Los dragones de piedra rugen por su presencia. *Hipervelocidad.

Alas comparándose con los aviones. El tráfico aéreo se descontrola. 6 horas de huelga por miedo y terror. La Catedral sobre el río amenaza a la bestia con su aguja. ya que sus torreones no imponen más que el resentimiento del trabajo inacabado. *Hipervelocidad.

Alas cruzando la Plaza Roja, fuentes aseguran que se trataba de una bola de fuego atravesando la nieve del aire. *Hipervelocidad

Alas camufladas por la magia de la pirotecnia, mientras veía a sus semejantes dando vida a las personas... sin embargo, aquellos habían perdido sus alas. *Hipervelocidad

Las nubes distorsionan la vista de la bestia alada. Y mientras gana altitud para poder dislumbrar las estrellas y las grandes Alas del Dragón Rojo a las que idolatra, la Tierra descarga su ira en una pizca de segundo, derrumbando todas las cosas que fueron esparciéndose por el mundo, cayendo en forma de privilegios y de conocimiento de la vida. Aquel ente caía mientras el sonido del trueno llegaba a ninguna parte de alrededor. Pues ni las ballenas podían creer que aquello que había estado asustándolos cayese ante seres tan diminutos como los humanos. *Hipervelocidad en picado

La gran bola de fuego y humo con sus alas desprendidas creaba la apariencia de una estrella fugaz mientras el tono rosado del cielo disipaba las nubes. Eran dos soles, dos luces iluminando las mentes ignorantes de la humanidad. El dragón del conocimiento había sido abatido por un rayo tras seguir su rumbo por El Cairo, Estambul, Río, Teotihuacán, París, Moscú y La Ciudad Prohibida de Beijing.

Y mientras el Sol volvía a ser lo único que iluminaba a las personas, las Alas del Dragón Rojo desaparecieron del cielo.... para siempre.


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